Sotogrande es conocido como un destino turístico de lujo, pero a diferencia de otros, también ofrece espacio, vistas abiertas y el estar rodeado de hermosos paisajes. Esto último incluye no sólo kilómetros de playas de arena, frondosas zonas residenciales y algunos de los campos de golf más famosos de Europa, sino también campo abierto y naturaleza protegida.
Los pueblos cercanos a Sotogrande son tradicionalmente asentamientos agrícolas que aún conservan un fuerte vínculo con la agricultura y la ganadería. De hecho, este ambiente rural se hace visible casi de forma inmediata a medida que se conduce hacia el interior, donde las fincas de cría de caballos, huertos, huertas y también la cría de animales en pastos verdes crean un cinturón natural alrededor de la urbanización.
Dentro de esta gran área se encuentran una serie de parques naturales, como la extensa reserva de Los Alcornocales, situada un poco al noroeste de Sotogrande, que incluso cuenta con su propio espacio natural protegido: el Parque Natural de Sotogrande, en la desembocadura del río Guadiaro. Con casi 27 hectáreas, es un humedal rico en fauna y flora natural.
Esplendor natural
No hay que aventurarse lejos en las colinas cercanas para ver águilas imperiales y buitres sobrevolando en columnas térmicas, puesto que la diversidad de aves zancudas y otra fauna de los humedales del estuario y zona próxima es una verdadera bendición para los amantes de la naturaleza. La población de Sotogrande protege este hito natural encomendado a su cuidado y, en colaboración con la Junta de Andalucía, se han creado senderos elevados con un punto de información y un puesto de observación de aves, diseñados para compartir este rasgo natural con un mínimo impacto en un paisaje que ha vuelto a su estado natural.
Como resultado nos encontramos con un paraíso para los amantes de la naturaleza, con aves transitorias que hacen sus travesías estacionales que se suman al espectáculo natural de las especies residentes locales. Entre ellas se encuentran las gallinas de los pantanos, el herrerillo pendular, los cormoranes, las gaviotas y muchas más. Los amantes de los animales también pueden dirigirse al centro ecuestre local o visitar algunas de las granjas de la zona. A pocos kilómetros se encuentra el zoológico de Castellar y pocos se lo imaginarían, pero Sotogrande es realmente el lugar idóneo para los amantes de la naturaleza y de los animales.
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