El personal consular británico, en colaboración con la Cámara de Comercio Británica en España y las autoridades locales españolas, se ha apresurado a garantizar a los residentes de Sotogrande y empresarios que el Bréxit tendrá un impacto limitado en ellos.
Hablando en nombre del Gobierno británico, el embajador del país en España, Simon Manley, ha asegurado que a pesar del rumbo del Bréxit que vaya negociándose y decidiéndose en los próximos dos años, la realidad sobre el terreno de residentes extranjeros, propietarios, empresarios e inversores en España – y en especial en la Costa del Sol – seguirá siendo prácticamente la misma.
En una reunión reciente organizada por la Cámara de Comercio Británcia destacó que está en el interés de todos no desarraigar a los residentes y empresarios que ya están establecidos en zonas como la Costa del Sol. Así mismo no existe deseo alguno por parte de Reino Unido ni de Españaa de poner obstáculos al turismo, a la compra de viviendas y a la inversión futuras entre ambos países, que llevan siendo socios comerciales recíprocamente importantes desde incluso antes de formar parte de la UE.
Si bien el Bréxit ha tenido un fuerte efecto por lo inesperado de su resultado el pasado mes de junio, el comprador e inversor británico más sofisticado y activo a nivel internacional se ha adaptado a la situación y ya está preparado para desarrollar una actividad privada comercial en España, país con el que Reino Unido mantiene una relación amororosa duradera. “La demanda intrínseca de propiedades y del estilo de vida que lugares como Sotogrande ofrecen sigue siendo muy elevada” dice Ben Bateman, CEO de Holmes Property.
Las garantías oficiales se adelantan al inicio de las negociaciones entre Reino Unido y la UE, y se espera que duren dos o más años durante los cuales, pese a los muchos altibajos que puedan surgir, tendrán un resultado sensato y beneficioso para ambas partes. “A corto plazo el Bréxit ha cogido a muchos compradores e inversores por sorpresa, pero al igual que con todos los cambios de este tipo, representa tanto un reto como una oportunidad, algo que Reino Unido y países como España desean maximizar”.
La devaluación de la libra esterlina y la incertidumbre que ha suscitado el Bréxit echó para atrás en un principio a muchos a la hora de decidir comprar, pero un euro más fuerte también favorece a los propietartios británicos que desean vender sus propiedades en España y posibilita que sean más flexibles con los precios que pidan por ellas. Esto crea ofertas localizadas que los compradores, ya sean británicos o de otra nacionalidad, están deseando aprovechar.
“Además, una vez pasada la atención mediática inicial en torno a las negociaciones, la gente volverá a sus asuntos y seguirá con su vida. Las autoridades de ambos lados ya están garantizando a los residentes británicos en España que no habrá cambios en su estatus. Nuestra zona bien puede atraer nuevos y atractivos proyectos empresariales de inversión como posible consecuencia del Bréxit. De modo que esperamos recibir a más residentes británicos en Sotogrande y que siga creciendo el porcentaje de compradores de otras partes de Europa.”
Con unas autoridades dispuestas a ofrecer garantías y facilitar información, parece que para muchos la relación anglo-española seguirá siendo la de siempre.
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