El río Guadiaro, que atraviesa Sotogrande en su camino hacia el mar, no es simplemente una vía de agua pintoresca: es también un importante recurso medioambiental que hace del estuario y fondo del mar de los alrededores uno de los entornos marinos más irrepetibles de todo el Mediterráneo.
Es de sobra sabido que el mismo estuario es zona protegida y considerada “espacio natural”. La zona en cuestión es relativamente pequeña y ocupa una isla formada por limo y sedimentos que arrastra el río a su paso por la serranía de Ronda. Pero su importancia contradice su tamaño. En efecto, se trata de un entorno único, rico en fauna y flora, especialmente en vida de aves, pues su ubicación en las rutas migratorias de éstas hace que hasta 140 especies usen estos humedales como tierra de alimento en su largo viaje a África.
Flamencos, águilas pescadoras, garzas reales e imperiales, garcillas y espátulas son sólo algunas de las aves que se pueden avistar regularmente por aquí, de ahí que el lugar haya sido declarado de especial interés.
Entorno marino protegido
Menos conocido es que el entorno marino de la zona circundante también sea zona protegida debido a la importancia del terreno de alimentación, cuya función es hacer de criadero de una fauna marina diversa y única.
En un principio la zona era una rica pesquería pero la explotación comercial hizo que los pescadores se fueran a otro lugar puesto que las capturas menguaron. Actualmente son mayormente aficionados a la pesca de caña deportiva los que pescan por estas aguas, y sus métodos de bajo impacto significan que el criadero se está recuperando, por lo que las 102 ha de reserva son importantes en el mantenimiento de un ecosistema marino sano.
La biodiversidad del entorno del Guadiaro
Aunque estén eclipsadas por las reservas cercanas de la Bahía de Cádiz (10.579 ha) y las 8.710 ha del Estrecho de Gibraltar, pelea por encima de su peso en importancia medioambiental. Una biodiversidad única de mezcla de criaturas marinas crece a base de los nutrientes que arrastra la corriente del Guadiaro. Gracias a su ubicación, donde las aguas del océano Atlántico se mezclan con las del Mediterráneo, no hay otro lugar que albergue la misma variedad de peces y de vida marina.
La importancia de este entorno natural ha sido reconocida por la dirección de Sotogrande, desde donde se han desvelado recientemente los ambiciosos planes para la inversión de un billon de euros en La Reserva, comprometiéndose a trabajar para mantener el desarrollo en harmonía con la naturaleza.
Con unos recursos ecológicos tan importantes cerca, hay que dar la bienvenida a que este entorno natural haya sido incluido en la parte importante de la agenda de Sotogrande.