Si le apetece escaparse del sol y la playa de Sotogrande, ¿por qué no seguir los pasos de las contrabandistas españolas que en los albores del siglo XX viajaban en trenes de vapor entre San Roque y Ronda para vender su mercancía de contrabando?
Desgraciadamente, los trenes de vapor hace tiempo que dejaron de existir, al igual que las matuteras, las estraperlistas que arriesgaban sus vidas para mantenerse a flote a sus familias de este modo poco convencional e ilegal. Pero aunque los viejos trenes han sido sustituidos por otros más eficientes, seguros y fiables, la ruta sigue conservando su encanto.
La línea de tren, diseñada por el británico John Morrison y construida por la compañía británica The Algeciras (Gilbraltar) Railway Co. Ltd., se inauguró en 1890 para proporcionar a los soldados británicos de la base de Gibraltar un medio para disfrutar de su tiempo libre en el campo, lejos de El Peñón. Atraviesa el Valle de Guadiaro desde Algeciras hasta Bobadilla donde se une con la línea principal de Madrid.
Los soldados que viajaron por las 22 estaciones hasta Ronda habrían pagado algo menos de 12 pesetas por un billete de primera clase. Hoy en día un billete ordinario cuesta unos 15 euros y el viaje dura entre 75 y 90 minutos. Con cinco trayectos diarios en cada dirección, los excursionistas pueden coger un tren por la mañana temprano para ir a Ronda y pasar el día allí explorando esta ciudad fascinante antes de montarse en el último tren que les lleve de vuelta a la costa.
La mayoría inician su viaje en la Estación San Roque, a solo unos quince minutos en coche desde Sotogrande. A lo largo de la ruta hay muchos lugares interesantes donde pararse. Para los que prefieren disfrutar de la gastronomía más que del paisaje, hay restaurantes muy conocidos, en particular en Gaucín, la Estación de Cortes, Jimera de Libar y Benaoján. Otros puntos de interés en esta ruta son:
- El convento de la Almoraima del siglo XVII, transformado en pabellón de caza
- Los alcornocales de donde se extrae corcho con regularidad, los huertos de naranjos y olivares, almendrales y castañales
- El pueblo blanco de Jimena de la Frontera con su torre árabe
- Las vistas espectaculares de la sierra.
- Las cuevas de Benaoján: la cueva húmeda de Cueva del Gato, a donde se llega tras una caminata de 2 kilómetros a través de campos de amapolas, y la Cueva de la Pileta con sus increíbles estalactitas, estalagmitas y pinturas rupestres.
- 14 túneles
Una idea que agrada a muchos es hacer una excursión especial con almuerzo incluido. Coja el tren en la Estación de San Roque un poco después de las doce del mediodía y llegue a Benaoján una hora y diez minutos más tarde. Un corto paseo de 5 minutos por el caudaloso río le llevará hasta Molina del Santo www.molinodelsanto.com . Podrá comer en el impresionante restaurante de este pequeño hotel y pasar allí cómodamente unas tres horas antes de volver caminando hasta a la estación para coger el tren de vuelta. El menú tiene una deliciosa variedad de platos de excelente calidad. Ian y Jackie incluso han elegido este viaje y este lugar para celebrar algún aniversario con muchos de sus amigos.
Para la mayoría, lo más destacado es Ronda, donde los visitantes pueden admirar el impresionante cañón de El Tajo, con sus más de 100 metros de profundidad desde el punto más alto, y los tres antiguos puentes que enlazan ambas partes de esta encantadora ciudad. Asegúrese de dejar tiempo para visitar la plaza de toros (la más antigua de España), los baños árabes, el Parador y de comprar los dulces de las Carmelitas en el Convento de La Merced antes de emprender el viaje relajado y panorámico de vuelta a la costa.
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