En mi blog anterior, “Nuestra familia, Holmes Sotogrande, el mercado inmobiliario en Sotogrande y COVID-19”, hablaba de cómo, según mi opinión, la pandemia del COVID-19 podría cambiar las vacaciones en familia y de cómo el turismo residencial podría ser una buena manera de que las familias pasen tiempo juntos en sus segundos hogares disfrutando más con sus seres queridos.
Como agencia inmobiliaria bien establecida en la zona, hemos ayudado a muchas de estas familias a comprar y vender sus casas aquí en Sotogrande. Familias que han vivido, viven y saben disfrutar de la zona y que, sin duda, tienen una historia que contar. Mr. & Mrs. H han sido tan amables de compartir con nosotros su historia……
Fue en 1996 que conocimos por primera vez Sotogrande a través de un amigo que se había comprado un piso en el puerto. Le había comentado que estábamos considerando la posibilidad de comprar una segunda vivienda de vacaciones y tras mucho mirar visitamos Florida, Francia y la Riviera Inglesa, pero ninguno de estos lugares nos acabó convenciendo. Estábamos buscando un “hogar desde nuestro hogar” que tuviese fácil acceso y que, a su vez, no estuviese demasiado urbanizado. Al principio no confiábamos mucho en Andalucía por nuestras experiencias anteriores habiéndonos quedado en diferentes lugares en la Costa del Sol, que nos parecieron poco tranquilos y con mucho ajetreo, cosa que cambió cuando llegamos a Sotogrande. En Sotogrande nos sentimos como en casa desde el primer momento.
Visitamos Sotogrande por primera vez en octubre de ese mismo año quedándonos en uno de los Apartamentos Playa. Teníamos dos hijas, en aquella época de 4 y 2 años y una tercera en camino. Holmes se encargó de nuestro alquiler e Ian Bateman pasó dos mañanas con nosotros enseñándonos la zona. Nos dimos cuenta que Ian supo rápidamente qué era lo que estábamos buscando, una casa familiar lejos del bullicio, en un vecindario seguro cerca de la playa y todas las instalaciones que Sotogrande tenía que ofrecer. España estaba justo saliendo de una grave crisis económica y decidimos ser cautelosos y no sobre-invertir, aunque supimos de inmediato el valor excepcional que Sotogrande tenía particularmente comparado con otras zonas en la costa, como es aún el caso. Nos atrajeron especialmente las zonas A y B de Sotogrande Costa y finalmente optamos por comprar una parcela para así poder diseñar nuestra propia casa después de conocer a Colin McLundie, a quien Ian nos presentó. Colin McLundia era y es un importante y muy estimado arquitecto de la zona. Mientras Sotogrande se preparaba para albergar la Ryder Cup en Valderrama en 1997, comenzaba la construcción de nuestra casa en Sotogrande. Sentimos que todo el proceso fue bastante directo y sencillo, todo tal y como estaba planeado, sin ningún contratiempo o gastos extras. Pasamos nuestras primeras vacaciones de verano en Sotogrande en 1998.
No sorprendió muy gratamente la rapidez con la que nuestras hijas se adaptaron y como deseaban siempre volver en sus vacaciones escolares. Nuestras hijas, sin duda disfrutaron de la vida al aire libre sin preocupaciones y supimos disfrutar de todo lo que Sotogrande tenía que ofrecer en aquel momento incluyendo la playa, partidos de polo, navegar y aprendiendo a jugar al golf y al tenis. No solamente veníamos en las vacaciones de verano, también solíamos venir y disfrutar de las fiestas navideñas con amigos que también habían comprado propiedades en Sotogrande. Aunque el principal atractivo de la zona es el buen clima del verano, todavía nos hace mucha ilusión venir y disfrutar de la temporada de invierno y gozar de una buena cena italiana en nuestro restaurante favorito, Lombardo’s, que fue el primero que visitamos aquí.
No cabe duda que antes de invertir en la zona lo pensamos cuidadosamente pero nunca nos arrepentimos ni miramos atrás. Nuestra segunda casa fue construida en 2003 a medida que la familia iba creciendo e incluso ahora estamos pensando en mudarnos a la zona ya que se acerca la jubilación y sería maravilloso pasar aún más tiempo aquí. Podemos decir que nuestra inversión ha merecido la pena. En términos financieros podemos incluso decir que nuestros gastos de mantenimiento han sido bastante modestos en comparación con amigos que tienen propiedades en otras partes del mundo. Nuestra calidad de vida y la felicidad de nuestra familia viniendo a Sotogrande ha sido una de las mejores elecciones de nuestra vida.
Nuestro consejo a las personas que estén pensando en comprar una vivienda en Sotogrande es que se tomen su tiempo y piensen muy bien la zona que más les conviene. Tanto si es dentro de la parte Alta, más tranquila con maravillosas vistas al mar y al campo, o los preciosos apartamentos de la Marina junto, aquí pueden encontrar casas y apartamentos para todos los gustos. ¡También es importante encontrar una propiedad con espacio suficiente para los invitados, os sorprenderá la de amigos y familia que querrán venir y quedarse!!
La reciente grave pandemia ha puesto a todo el mundo en alerta, y sin duda no ha sido menos importante en España. Hemos echado profundamente de menos no poder ir a Sotogrande durante el confinamiento, pero nos ha hecho darnos cuenta de lo afortunados que somos al desear tanto y poder volver a visitar nuestra casa más tarde este año, en cuanto la crisis haya pasado.
En mi próximo post exploraré las posibilidades que ofrece Sotogrande a las familias que desean adoptar esta «nueva normalidad», de cómo ha funcionado para esas familias que ya han hecho el cambio de estilo de vida y sobre aquellas familias que han aprovechado al máximo su casa de vacaciones aquí mientras los hijos crecían.
Mientras tanto, seguimos viviendo en confinamiento y esperando pacientemente a que la «nueva normalidad» se haga realidad, mientras tanto #Stayhome y #Staysafe.
Aquí algunas ideas de hogares familiares lejos de casa:
Casa adosada en Almenara
Áticos en Sotogrande Marina
Villa moderna en urbanización cerrada
Villa familiar en Sotogrande Costa
Villa moderna en La Reserva
Amplia villa familiar con vistas al mar y la montaña
Por The Holmes Team ·